Y sin embargo se mueven Fernando
Galindo Soria Tenayuca, MegaCiudad.
de México a 19 de Abril del 2017 Ir a Cuentos
de Fernando Galindo Soria http://www.fgalindosoria.com/art/literatura/cuentos/ Ir a http://www.fgalindosoria.com Junto a la escuela de Juan, desde hace mucho tiempo existen 2 estatuas que se consideran maravillosas, y que se dice que una se mueve y que la otra habla, aunque hasta ahora, nadie ha visto que lo hagan. Hace unos días Juan le comento a unos amigos que él las había visto hacerlo, como no le creyeron termino peleándose con ello, y le dejo el ojo morado a uno, cuando se enteró el director, y ante la insistencia de Juan de que no era un mentiroso, lo castigo diciendo que ahora el no entraba a la escuela hasta que mostrara que las estatuas si hacían lo que decía. Entonces diario se ponía enfrente de las estatuas, pidiéndoles que actuaran, hasta que la que dicen que habla le envió un pensamiento, diciéndole que en efecto hablaba, pero con la mente y que muy poca gente podía captar sus pensamientos, lo cual fue frustrante, pero entonces le dijo que su estatua vecina si se movía, para lo cual era necesario que le pusiera una gota de agua en cada ojo. Muy contento corrió por agua y le puso las gotas en cada ojo, sin embargo, fue frustrante, porque la estatua si movió, pero solo los ojos, sin embargo, salió a decirle al director que la estatua se había movido. El director salió disparado, junto con toda la escuela a ver el prodigio, pero ahora la estatua no se movió a pesar de todo lo que se hizo, con el resultado de que fue castigado más estrictamente. Después de eso Juan dejo de visitar a las estatuas, hasta que recibió un mensaje en su mente, donde las estatuas le pedían que no las abandonara, por lo que, fue a verlas, ya ahí le dijeron que llamara al director y que le echara las 2 gotas de agua a la estatua que se mueve, lo cual hizo, y cuál no sería la maravilla cuando les echo el agua y la estatua abrió y cerró sus ojos, con lo cual el director tuvo que quitarle el castigo, pero a partir de ese momento no se volvió a mover, por más que se les hacía y deshacía. Cuando Juan les protesto por lo poco que se movió, la contestación mental fue, “Y que esperabas por dos gotas de agua” |