La Cazadora -¿Cuanto por la víbora?. -Pos lo que me quera dar. -Tome, aquí tiene. -Muchas gracias. -Así que usted se dedica a
cazar víboras, ¿verdad?. -No pos como cree, si eso esta
re penado y es solo para ricos. -Pero si usted me acaba de
vender una víbora. -Pos si pero porque uste me la
pidió. -De todos modos me tendrá que
acompañar a la ciudad ante el juez y no se resista. -Pos vamos, pero que conste que
yo no he hecho nada. -Es curioso como actúa esta
india, desde que llegamos al edificio lo ha recorrido todo y su expresión mas
que de una persona en problemas es la de alguien en paz consigo mismo. -Tienes razón, llámala vamos a
terminar con esto, ya le hemos dedicado mucho tiempo. -Pa que soy buena. -Mira ya tienes varios días
aquí y no nos has dicho nada, si sigues así te tendremos que condenar por
atentar contra el patrimonio de la nación y ese es un delito muy grave. -Pos no le entiendo nada, pero
si quiere saber lo que hago nomás fíjese. -India, llevas varios minutos
sin moverte y no vemos que hagas nada. -Es que no se que paso, ahí
estaba yo flotando en medio del pueblo y nadie me hizo caso, de veras que no
se que paso. -Hola paisano. -Hola como esta usted, ya tenia
mas de un año que no nos veíamos -Si desde que ocurrio aquello
en ese pueblo azteca que esta escondido en la sierra. -Si de veras que fue
impresionante, pero lo que mas me llamo la atención fue la actitud de esos
indios. -Pues de veras que si, actuaban
como si no pasara nada, fue muy extraño. -Y eso que no le he contado lo
que me dijo mas tarde una persona que también estaba por ahí en ese momento y
a la que conozco desde hace mucho tiempo; ¿sabe lo que me contesto el muy
ladino, cuando le pregunte que había pasado. -No pues no se. -Pues mire usted, me dijo, que
como era yo crédulo, que como podía creer que estaba una india flotando en
medio de la plaza, que eso no es posible, que todo mundo sabe que la gente no
aparece flotando en la plaza del pueblo cuando esta detenida en la ciudad por
cazar víboras y que el no había visto nada. Fernando Galindo Soria Cd. de México, Miércoles 13 de Septiembre del 2000 Ir
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