Bésala

Fernando Galindo Soria

Ciudad de México, a 21 de Septiembre del 2016

 

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Pedro estaba en la cocina de su oficina cuando vio que entraban varios muchachos, se ocultó y vio lo que hacían, casi todos pasaron y salieron por la puerta que daba al pasillo interior, pero la última muchacha se entretuvo viendo su escritorio y tomo el reloj que había dejado el ahí, ya no se aguantó, salió y la detuvo, le pregunto qué hacía y porque se robaba su reloj, ella le contesto que solo lo estaba mirando y que ella y sus amigos se habían propuesto recorrer todo el edificio, entrando por unas puertas y saliendo por otras. Por fin el la dejo ir, pero se quedó con el gusanito de lo que hacían los muchachos.

 

Por fin, un día decidió también recorrer un edificio que no conocía, como le salió bien, poco a poco se fue poniendo mayores retos, hasta que decidió entrar a un edifico muy elegante que le llamo la atención, primero recorrió el primer piso de oficinas, luego el segundo y siguió subiendo los pisos, que cada vez eran más elegantes, sin que le pasara nada y maravillándose cada vez más de la opulencia y belleza que encontraba, hasta que llego al piso superior, que era impresionante, se dio valor y empezó a recorrer el lugar, pero cuando llego a una sala vio a varias personas reunidas alrededor de una mesa, tan concentrados y preocupados que ni cuenta se dieron de su presencia, haciendo de tripas corazón logro cruzar y llegar a una puerta que estaba del otro lado, entrando a otra sala vacía, pero al abrir la siguiente puerta vio a una muchacha y a un joven sentados con una computadora y papel entre ellos, notó que también se veía al joven muy preocupado, tratando de resolver algo que parecía muy complicado, pero observo que la muchacha solo tenía ojos para el joven y se veía totalmente enamorada, como pudo logro pasar sin que lo vieran, pero ya que había pasado tuvo un impulso y regreso, se asomó a donde estaba la pareja y les grito Bésala. El muchacho inmediatamente tecleo Bésala y se puso a gritar de alegría.

 

Al oír el escándalo, llegaron corriendo unos guardias y detuvieron a Pedro, también entraron las personas que estaban en la otra sala, entre las que iba el Sr. Presidente de la Republica, que al enterarse de lo que paso, pidió el mensaje que había sido interceptado esa mañana de uno de los países vecinos con el que corrían peligro de entrar en guerra, y que había sido decriptado gracias a la clave que fue completada con la palabra Bésala, cuando leyó el mensaje y vio que decía que el otro país no tenía intención de atacarlos, quedo tan contento que cuando la muchacha, que resultó ser su secretaria, se lo pidió, ordeno que soltaran a Pedro, el cual fue liberado mientras la secretaria lo miraba con unos ojos muy agradecidos, porque ella si entendió lo que quería decir cuando grito Bésala.